» Refrescos

El consumo de bebidas refrescantes hace fácil hidratarse. La base de un refresco es el agua, a la que se añaden distintos ingredientes que dan lugar a diversidad de productos y sabores. Tienen entre un 90% y un 99% de agua. Por eso, la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, ha incluido a las bebidas refrescantes dentro del “grupo de alimentos con un papel importante en la dieta europea” por su capacidad de “hidratación”.

La hidratación es fundamental para la salud. Regula el buen funcionamiento de las células, ayuda al transporte de los nutrientes, elimina toxinas, mantiene la temperatura corporal y previene el estreñimiento, entre otras cosas. Por el contrario, la deshidratación provoca cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración y malestar general.

Los expertos recomiendan beber dos o tres litros de media al día en forma de distintas bebidas, que hace más fácil beber esa cantidad. Igualmente, las bebidas con buen sabor ayudan a alcanzar la hidratación necesaria.

Además de hidratar, las bebidas refrescantes pueden tener otras propiedades según los ingredientes que lleven:

• Azúcar: Las bebidas refrescantes que incluyen azúcares contribuyen a aportar energía y ayudan a desarrollar las actividades diarias. Además existen situaciones especiales en las que el consumo de alimentos y bebidas que contengan azúcares es muy recomendable. Los estudios también indican que el gusto por lo dulce es innato al ser humano y ayuda a mantener el buen ánimo.
• Cafeína*: Estudios han concluido que el consumo moderado de cafeína, especialmente en combinación con glucosa, contribuye a mejorar el rendimiento y ayuda a mantener la capacidad de atención.
• El gas: El anhídrido carbónico es un gas inocuo que no aporta ninguna caloría. En las bebidas refrescantes cumple importantes funciones, actúa como conservante, intensifica el sabor, el aroma y aporta acidez. Además, el gas tiene un efecto saciante que puede ayudar a mitigar el apetito. 
• Las sales minerales: Las bebidas para deportistas aportan azúcares y sales minerales, especialmente sodio. Especialmente al practicar actividades deportivas es importante reponer las sales, ya que con la sudoración son arrastradas junto con el agua. 
• Aditivos: Los refrescos, al igual que multitud de alimentos y bebidas, pueden incluir en su composición aditivos conformes a la legislación alimentaria. Entre otras cosas se emplean para mantener las propiedades del producto. Los que se utilizan en alimentación son de los ingredientes más seguros y que más rigurosamente se controlan.

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* Adan A, Maria Serra-Grabulosa J. Effects of caffeine and glucose, alone and combined, on cognitive performance. Human Psychopharmacology 2010

Además de para saciar la sed e hidratarse de una forma agradable, en España el consumo de refrescos está muy asociado a los hábitos sociales. Salir y tomar un refresco en bares, restaurantes o cafeterías forma parte de nuestra cultura. De ahí que el verano, donde se juntan las altas temperaturas que hacen más necesario hidratarse con la disponibilidad de más tiempo para las actividades de ocio, sea de las épocas de más consumo.

Según los estudios de hábitos de consumo de la Asociación de Bebidas Refrescantes, el 75% de los españoles afirma que su lugar preferido para disfrutar de un refresco es fuera de casa y en compañía de amigos o familiares, en momentos de ocio.