» Gas¿Qué es? |
El dióxido de carbono (CO2) también denominado óxido de carbono, gas carbónico y anhídrido carbónico es un gas cuya molécula está compuesta por dos átomos de oxígeno y uno de carbono. Popularmente lo conocemos como gas, no tiene color, ni olor, ni sabor, es inerte y más denso que el aire. Y forma parte de la naturaleza: lo producimos todos los seres vivos al respirar y las plantas lo captan en su función clorofílica para luego devolver oxígeno al ambiente.
Desde hace siglos se emplea como ingrediente y conservante en infinidad de bebidas y alimentos. En el caso de los refrescos, el gas cumple importantes funciones, y posee un efecto estético y organoléptico: les confiere su sabor ácido e intensifica el sabor y el aroma. A su vez las famosas burbujas producen vivacidad y efervescencia en las bebidas, y la particular sensación que provocan al paladar. También actúa como conservante y antioxidante y ayuda a mantener sus propiedades.
El gas se encuentra presente desde los primeros orígenes de las bebidas refrescantes. Fue uno de los primeros gases descritos, y se identificó por primera vez a mediados del siglo XVIII en Inglaterra por el químicoescocés Joseph Black, que lo denominó el “aire reparador”. Posteriormente, en 1772, el químico Joseph Priestly publicó un estudio titulado ‘Impregnating Water with Fixed Air’ en el que describía un proceso para producir dióxido de carbono y la disolución del gas, que representó la invención de agua de soda.
El gas de las bebidas refrescantes encaja perfectamente en el seguimiento de unos hábitos saludables: no aporta ninguna caloría, sino que aumenta la sensación de saciedad que, en algunos casos, puede ayudar a mitigar el apetito*, lo que es útil en dietas para cuidar la línea. Como aditivo alimentario, su número E para identificarlo en el etiquetado es el E-290.
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*Cuomo R. Carbonated beverages and effect on satiety, gastric volume and sensory eating factors, 2008